Árbol sanador y su poder
Te ayudará a calmar y renovar tus pensamientos, mejora tu capacidad de concentración, limpia y equilibra tus energías. Sobre todo, el contacto con planos superiores de conciencia. Manifiestan energía vital. Es recomendable regresar una y otra vez al mismo árbol sanador para que se establezca una relación. El mejor momento del día para practicar con un árbol es durante la mañana hasta el mediodía.
Dale la Bienvenida al Árbol sanador
Ponte de pie o siéntate dos o tres metros delante del árbol.
Siente como sus límites se desdibujan. Permítete ser más perceptivo y de alguna manera vulnerable. Siente cómo su campo energético se abre como una flor sin emitir ni absorber energía, solo se abre y está disponible.
Permanece centrado en ti mismo, sin aproximarte ni retroceder, y observa la relación sutil que hay entre el árbol y tú.
Usa la concentración contemplativa, sin intentar de manera activa cambiar o analizar lo que ocurre. No intentes profundizar ni disminuir la comunión. Controla tu propia energía y observa el árbol sanador, mientras éste te observa a ti.
Extiende tus brazos con las palmas de las manos al árbol sanador. Extiende tu energía hacia el árbol en actitud amistosa de «ofrenda». Cuando el árbol sanador responda extendiendo su energía, acéptala, inhala y llévala dentro de tu cuerpo con una actitud de «bienvenida”. Deja que el campo energético entre el árbol sanador y tú se intensifique, la sensación es que los dos se envuelven en un capullo de energía a la vez que exponen sus corazones cada vez más al otro. Por último, se estrechan en un abrazo.
Este acercamiento a menudo sucede de manera espontánea a medida que la ofrenda y la bienvenida se intensifican hasta convertirse en una energía circular. Realice varios de estos intercambios.
Absorbe la energía del árbol sanador con los dedos
Póngase de pie a unos dos o tres metros delante del árbol sanador. Acérquese lentamente.
Siente como el campo energético que lo rodea se vuelve espeso como la miel.
Estire los brazos hacia el árbol sanador con las palmas mirando hacia el tronco y los dedos extendidos.
Cuando llegues al árbol sanador, envuélvalo con un gran abrazo, las energías de ambos se unen y es probable que durante unos instantes se pierda en la dicha de la unión.
Después de establecer contacto de este modo, tal vez sea preciso que se quede quieto durante un rato hasta que las otras conexiones más profundas entre usted y el árbol sanador, se estabilicen y simplifiquen.
Absorba la energía sanadora con los dedos de la mano izquierda, la mente y la parte superior de los ojos.
Mueva poco a poco la parte superior de los ojos para guiar la energía sanadora hacia arriba, por el exterior del brazo, el hombro, el cuello, y la oreja izquierda hasta llegar a la coronilla. Lleve la energía hacia abajo por el lado derecho comenzando por la parte posterior de la oreja, el cuello, y el hombro hasta la palma y los dedos de la mano derecha. Proyecte la energía hacia afuera desde los dedos, y guíela dentro del tronco.
Absorba la energía del árbolcon las palmas de las manos
Siéntese o póngase de pie a unos dos o tres metros delante del árbol sanador.
Extienda los brazos hacia el árbol con las palmas mirando el tronco.
Sienta primero la energía del árbol, su energía sanadora, absórbela con la mente, los ojos y las palmas de las manos. Lleva la energía hacia arriba por el interior de ambos brazos hacia los hombros, ambos lados del cuello, las orejas y la coronilla (Sahasrara 7 chakra). Desde la coronilla lleve la
energía hacia abajo por el canal energético principal (Sushumna) hasta la mitad de las cejas (Ajña 6 chakra), la garganta (Vishuda 5 chakra), el corazón (Anahata 4 chakra), el plexo solar (Manipura 3 chakra), el sacro (Swadishthana 2 chakra) la raíz (Muladhara 1 chakra).
Siga llevando la energía hacia abajo desde la raíz hasta las plantas de los pies y luego aproximadamente tres metros dentro del suelo.
Lleva la energía por sus raíces, luego dentro del tronco. Siente como su energía fluye por el árbol sanador, luego emerge del tronco y entra en tus palmas de las manos. Repita el ciclo nueve veces.
Practica enviando energía por el tronco, desde la palma de la mano derecha, a través del árbol, a la palma de la mano izquierda y desde la palma izquierda, a través del árbol sanador, a la palma derecha.
Absorba la energía del árbol, por la coronilla (Sahasrara 7 chakra)
Póngase de pie a unos dos o tres metros delante del árbol sanador con los brazos al costado del cuerpo. Siente su aura. Cuando conectes con su aura, absórbela por la coronilla, la energía equilibrada del árbol es suave y tiene un efecto sanador muy poderoso.
Déjala circular hacia abajo descendiéndola por el interior de la columna vertebral, hasta el sacro (Swadishthana 2 chakra) y la raíz (Muladhara 1 chakra) continúe hasta ambos pies.
Libera la energía dentro de la tierra. Lleva la energía desde el suelo a las raíces y luego hacia arriba por el tronco.
Siente cómo absorbes la energía de la tierra y la del árbol y como éstas purifican tu energía, eliminando la energía malsana o negativa. Cuando sientas que brota desde el tronco, absórbela y regrésela a la coronilla. Sentirás que las energías combinadas, nutren el cerebro, las glándulas y los Órganos. Repita el proceso nueve (9) veces.
Compartir con el árbol sanador, desde el corazón (Anahata 4 chakra).
En este modelo, la energía del árbol sanador fluye a través de los brazos y el centro de tu corazón. Puedes usarla para limpiar los brazos del sanador, de la energía enferma que se haya acumulado durante el trabajo, o simplemente para abrir el corazón.
Adopte cualquier postura cómoda en la que puedas alcanzar una rama sin esforzarte.
Alargue un brazo hasta que puedas tocar el árbol con la palma o la punta de los dedos. Siente la energía vital bajo la corteza y haga contacto con
ella, dando un cierto tiempo para que el contacto se desarrolle. Al cabo de ese tiempo sentirás que comienzas a compartirla, como si un aura suave se transmitiera en ambas direcciones entre tu mano y el árbol sanador.
Amplíe el proceso gradualmente hasta que fluya la energía a lo largo de todo el brazo, desde el centro de su corazón al árbol y viceversa. Permite que este flujo mutuo se prolongue por un rato.
Ahora incluye el otro brazo. Puedes apoyarlo en la misma rama, cerca de la otra mano, o puedes apoyarlo en otra rama.
Permita que la energía del árbol fluya a lo largo de un brazo, se mezcle con tu propia energía en el centro de tu corazón y fluya por el otro brazo. Cada poco invierte la dirección del flujo en un brazo o en los dos.
Para una experiencia más profunda, intenta extender el flujo desde tu corazón hasta el ombligo, dejándolo correr desde el árbol sanador al corazón, de allí al ombligo y luego retornar.
¿Dónde va la energía después de salir de tus manos y entrar en el árbol? Si sigues su recorrido con la mente, comenzarás a descubrir algo más respecto a la sutil anotomía del árbol.
Puede que descubras áreas bloqueadas o congestionadas sobre las que puedes trabajar haciendo circular la energía de una mano a la otra.
Absorber la Energía de la Tierra
Genera calor y energía en tu ombligo y llévala hacia la coronilla.
Proyecta esa energía hasta la cima del árbol, hasta lo más alto de sus ramas, respira profundamente, exhalas lentamente, sentirás que estableces una conexión con el árbol sanador.
Permite que su energía fluya tronco abajo hasta alcanzar las raíces más profundas.
Deja que la energía bajo la Tierra purifique tu propia energía.
Absorbe estas energías combinadas, a través de las plantas de los pies, subiendo hasta el sacro y luego ascendiendo a través del canal energético principal, que corre a lo largo de la espina dorsal, permite que la energía fluya hasta la coronilla y proyéctala una vez más hacia el exterior. Repita el proceso nueve (9) veces.
Cuantas más veces se repita el procedimiento, tanto más se purificará y se incrementará la energía sanadora.
Una vez que haya establecido una buena conexión con el árbol sanador, podrás enviar a distancia tu energía enferma, esto mejorará tu estado de salud.
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